Pintura: La noche Estrellada

 

Autor: Vicent Van Gogh

 

 Datos biográficos:

Nacimiento: 30 de marzo de 1853

 

Fallecimiento: 29 de Julio de 1890

 

Nacionalidad: Groot-Zundert, en Holanda

Era hijo de un pastor, criado en una atmósfera religiosa y refinada. Además, era muy emocional y no tenía confianza en sí mismo.

Pasó gran parte de su vida intentando ser pastor, a los 27 años decide orientarse por la pintura. En la pintura descubrió su verdadero amor y pasión, a tal punto llegó su interés, que casi pintaba un cuadro diario (Imaginario, s.f.)

 

Interpretación:

De acuerdo a un documental realizado en el 2015 llamado “La noche estrellada de Van Gogh”, la creación de la pintura “La noche estrellada” no se produjo en una de las mejores etapas de su vida, ya que para aquella época estaba padeciendo muchos ataques epilépticos.

Luego de aquella noche en la cual Van Gogh se corta uno de sus orejas, decide internarse en San Pablo. Durante su instancia en el internado, Van Gogh pintó todo lo que veía y le gustaba. Lo cual reflejaba que no lo estaba pasando tan mal.

Además, como no le permitían pintar desde su cuarto, le asignaron el sótano para que pudiera pintar a gusto, con la condición de no utilizar pinturas al óleo. Por lo que, entre bocetos en tinta y carbón, lo que veía desde su cuarto y dejando libre si imaginación, se crea la famosa pintura “La noche estrellada” (aunque él creía que su pintura no era tan importante).

Imaginario (s.f), señala que las características de la pintura son las siguientes:

• La composición muestra un cielo con dos espirales nebulosas que se abrazan una a la otra creando la sensación de movimiento y fluidez. En el cielo nocturno, junto con las once estrellas con halo propio y exagerado, se encuentra en la esquina superior derecha una luna creciente de tonos amarillentos igualmente luminosa, dando la impresión de un sol en vez de una luna.
• Usa los colores para expresar emocionalidad. La distribución de los colores blancos, amarillos, verdes y azules que el pintor aplica en el cielo son mucho más vivos que los tonos sombríos usados en la ciudad.
• El cielo nocturno, más iluminado que la ciudad, junto con el ciprés, árbol asociado al luto, oscuro y en forma de llama flamante, une el mundo terrenal al mundo celestial, reflejando la relación entre la vida y la muerte.
• Los trazos también acentúan el contraste entre el cielo y la ciudad. La ciudad es creada con trazos rectos, cuadrados y breves inculcando serenidad y acentuando la oposición de las curvas frenéticas del cielo.